Post-hardcore, como el nombre puede sugerir, es el sucesor del movimiento musical hardcore punk.
El post-hardcore, como un género musical, está marcado por sus ritmos precisos y su instrumentación basada en guitarras ruidosas acompañadas por interpretaciones vocales que a menudo son cantadas como susurros o gritos. El género ha develado un balance único de disonancia y melodía, en parte canalizando el estilo ruidoso y rápido del hardcore en más mesuradas y sutiles formas de tension y descarga. Si bien comparte con sus raíces hardcore una intensidad y conciencia social, también como una ética punk "hazlo tú mismo", aún se abstiene mucho de la ira desenfocada e imprecisa, algunas veces el perfil inexperto del punk rock.
Los géneros relacionados a éste incluyen el emo y el math rock, los cuales comparten un mismo legado con el post-hardcore, aún cuando éstos se han dividido y desarrollado por sí mismos en otros distintos géneros.
El post-hardcore no es "screamo", como mucha gente le ha llamado equívocamente, el "screamo" es un género totalmente diferente, aunque con frecuencia van de la mano. El "screamo" es más o menos Hardcore punk y emo agresivo. El post-hardcore por lo general es moderadamente rápido y normalmente contiene gritos (no siempre estruendosos). Los gritos en el post-hardcore difieren a los del hardcore, porque aunque el vocalista grita se puede distinguir su voz cantando. El post-hardcore sigue teniendo los "riffs" complicados de guitarra del género hardcore, pero el sonido es mucho más claro y, comúnmente, el bajo está muy fusionado con la guitarra y suele ser bastante complejo.
Asimismo, el post-hardcore ha sido criticado por fanáticos de otros varios géneros musicales, que opinan que éste "se usa simplemente para categorizar algunas bandas del tipo rock alternativo que no parecen tener lugar en un género ya existente".